viernes, 27 de abril de 2018

Las redes sociales no sabemos que hacer ¡ayúdanos!

Compartimos un cuento creado por Yulieth Fernanda Cuadrado, estudiante de psicología de IX semestre de la Universidad de Antioquia - Seccional Urabá y que puede ser replicado para los fines que se consideren pertinentes, con el respectivo crédito:


Las redes sociales no sabemos qué hacer ¡ayúdanos!




En una noche estrellada, estaban sentados dos primos muy particulares, estos eran Facebook y WhatsApp, ellos eran unos jóvenes muy reflexivos, cada día soñaban con vivir en un mundo mejor y aportaban en ello, pero ese día, Facebook quien conocía muy bien a su primo, le notó la mirada triste y apagada, y no dudó en preguntarle qué era lo que le sucedía, WhatsApp rompió en llanto, no pudo contenerse, estaba tan desalentado, y con lágrimas en sus ojos le responde: 
-Me siento maltratado, la gente ya no anda bien por mi culpa, por mi culpa no duermen, por mi culpa los esposos se pelean, por mi culpa los jóvenes chatean hasta tarde, llegan cansados, con sueño al colegio y no rinden, por mi culpa  muchos jóvenes han perdido su dignidad porque he abusado de sus privacidades, porque han enviado una foto intima o desnudos a alguien y como en mis opciones tengo reenviar he hecho que los humanos se encarguen se difundirlas, las personas comparten toda clase de información soez y dañina, como; peleas, masacres, crímenes, chismes, pornografía, entre otras. ¡eso me tiene muy triste!, a veces la gente se queja de mí, diciendo: “Todo es por culpa del WhatsApp, por culpa del WhatsApp mi hijo ni siquiera come”. Primo, dígame algo ¿Acaso soy tan malo como me pintan? Usted sabe que yo siempre he querido ayudar en el mundo.

-Primazo, responde Facebook, te aseguro que no eres malo, además no eres el único que se ha sentido así, abusado por los humanos, mis hermanitos menores Messenger, Instagram y yo, también nos sentimos maltratados, ofendidos y tristes, pues siempre habíamos pensado que nuestra misión en el mundo era la de conectar las personas desde la distancia, recuerdo la alegría que me dada cuando alguien desde el otro lado del mundo podía escribirle o mandarles fotos a sus demás familiares, ¡ay esos tiempos!, ahora somos utilizados para que los humanos se peleen, se miren con rencor o en el peor de los casos se citen y luego se asesinen. Te quiero compartir dos historias que sucedieron hace poco; la primera fue que vi un caso de una chica de EE.UU. Que consiguió un novio mexicano, esto fue gracias a nosotros, pero eso no es todo, ella quería escapar con él sin que su familia se diera cuenta, cosa que me parecía increíble, pues ese hombre era un abusador de mujeres. El otro caso fue tan triste para mí, sucedió en Antioquia-Colombia, un joven que tomó la decisión de suicidarse porque otro lo había amenazado con divulgar, por medio de las redes sociales, que tenía una orientación homosexual, entonces el chico tomó esta decisión para que su familia no se decepcionara de él, a parte de la tristeza siento un poco de culpabilidad, pues si yo no existiera esto ni muchas cosas horribles estuvieran pasando.  Y he seguido pensando, y creo que ahora en lugar de unir, hemos separado los que ya han estado toda la vida juntos, por ejemplo, en muchas familias los hijos no hablan con sus padres o viceversa, porque siempre están ocupados con nosotros.

Instagram quien venía sudado y acalorado de jugar futbol  con su hermanito Messenger interrumpe diciendo: 
-Creo que todo se ha salido de control, realmente soy muy joven, ¡y además muy guapo!, quizá por eso los chicos y las chicas se enloquecen conmigo, pero no es justo que pasen tanto tiempo a mi lado, a veces no tengo nada productivo por contarles y siguen ahí, viendo fotos y videos sin fundamento, está bien que se diviertan pero ya párenle, en ocasiones me cansan y hasta me hago el dormido paralizándome para que ellos crean que dejé de funcionar y veee, no les vale, reinician el teléfono, y aun con mil tareas que tienen por realizar siguen buscándome. No sé qué hacer con tanta atención.

WhatsApp hace una carcajada y continúa diciendo
-¿Saben algo? creo que lo que dice el pequeño Instagram se debe a la procastinación. 
-¿La proca qué? Interrumpe Instagram. 
-Si mi niño, la procastinación, hace referencia a que los jóvenes posponen sus tareas todo el tiempo, las dejan siempre para después y nos utilizan como un mecanismo evasivo de ellas.

Es cierto todo lo que dicen, pero entonces ¿Qué hacemos para evitar todo esto que está pasando? Pregunta el Facebook. -Pues no sé, que lo digan los humanos, responde WhatsApp.


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